Poeta, actor y pintor, así el maestro Moisés Miranda nos comparte el sentido de la vida desde su perspectiva. Luz, color y sombra dan sentido y dirección a su obra. La mirada en sus pinturas va más allá del horizonte, sube en dirección a la bóveda celeste, y detona en una explosión de colores y formas diversas ¿por qué pintar lo que cotidiano, lo tangible, lo ordinario de este mundo si tenemos todo un universo allá afuera para representar? En palabras del maestro, que lo han llevado a recrear universos propios en cada una de sus pinturas.
Mirada cálida e inocente encuentra en los niños para quien dirige sus obras, así como para todos aquellos que aún conservamos ese pequeño en nuestro interior, carente de prejuicios y autocensura, que deja escapar una sonrisa a la menor provocación, que con tan solo imaginarlo crea y recrea situaciones fantásticas; ciencia ficción, avances tecnológicos y científicos permiten construir el discurso que va entretejiendo, para sujetar los elementos que constituirán sus muy características pinturas.
Dar un recorrido por la obra del maestro Miranda nos permite regocijarnos en mundos olvidados por el paso del tiempo, que al caminar de las manecillas del reloj impide traer de vuelta a la memoria aquello que nos apartaba de la realidad de los adultos, de su cotidianeidad y de situaciones que no tienen solución, por esto es por lo que debemos aceptar la invitación, tomar el boleto, ajustarnos el cinturón y emprender el viaje.